el check in fue caótico y me hicieron ir a una cafetería cutre, en vez de recibir trato VIP. Además, el mando de la tv no funcionaba bien, y eso es inaceptable para alguien como yo. Casi escribo una buena crítica, pero esta experiencia lo arruinó todo.

habitaciones amplias, ubicación céntrica, balcón con vistas

Tienes que ir a una cafetería vecina. Además, el ruido de las obras desde las 7 de la mañana y los problemas con el agua caliente son inaceptables.

Mi estancia fue muy agradable, destacando la amplia habitación y la atención excepcional del personal. Sin embargo, el ruido entre habitaciones y la falta de agua caliente en el lavabo fueron aspectos que podrían mejorar. A pesar de esto, la cercanía al centro es un gran punto a favor.

Un lugar cómodo y acogedor

La habitación era amplia y bien decorada, y el personal siempre tenía una sonrisa. Desayunar en el bar fue un placer, ¡los croissants estaban deliciosos!

Poco ruido del patio pudo resultar molesto por las noches, y algunas tuberías eran un poco ruidosas. Asegúrate de traer tapones para los oídos si eres sensible al ruido.

La habitación era amplia y tenía una linda decoración, además

estaba bien equipada y era muy funcional. La ubicación es excelente, justo al lado del centro. Sin embargo, el ruido entre las habitaciones puede ser un poco molesto en la noche. En general, fue una buena experiencia y el trato del personal fue muy cordial.

La atención del personal del bar, que forma parte del hostal, fue excepcional y nos brindaron información muy útil sobre el aparcamiento cercano.

El ruido proveniente de las habitaciones contiguas y del patio común puede resultar molesto, especialmente para quienes tienen el sueño ligero.

Excelente ubicación cerca del centro y del Camino. Las duchas son increíbles y el café de abajo tiene tapas deliciosas. La atención del personal fue excepcional, aunque el ruido de otras habitaciones fue molesto.

El café en la planta baja es delicioso, y las duchas son fabulosas. Me impresionó lo limpias que estaban las instalaciones, lo que hizo mi estancia muy agradable y cómoda.

Un poco de ruido en las mañanas.

cerca de todo lo que vale la pena ver en pamplona

Mi estancia fue realmente agradable, especialmente porque estaba a solo 3 minutos del corazón de la ciudad, donde pude disfrutar de sitios emblemáticos como el Palacio de Navarra y la Plaza del Castillo, perfectos para pasear y relajarse en sus parques. además, el bar del hotel ofrece un desayuno delicioso que complementa perfectamente estas exploraciones.

Nuestra estancia en Hostal Rodas Pamplona fue muy agradable. La habitación familiar era amplia y cómoda, ideal para nosotros. Además, su ubicación es inmejorable, a solo unos minutos de la Plaza del Castillo. El trato del personal fue excepcional, siempre atentos a nuestras necesidades.

Se escuchaba algo de ruido de otras habitaciones.

Aparcar fue fácil y la calefacción hacía ruido por la noche.

Wi-fi gratis en la habitación, pero el cenicero del balcón tenía colillas. La cama era cómoda.

recomendaría a todos este lugar for una pausa fugaz

Cómodo espacio, amable personal, que se preocupa por tu bienestar y te proporciona un desayuno sabroso en un ambiente acogedor, además de una ubicación estratégica que permite explorar la ciudad fácilmente.

No hay nada malo que decir

La pizza fresca hecha desde cero es una maravilla! No te la puedes perder. Además, la habitación era más amplia de lo que esperaba, olía genial y tenía un balcón con vistas muy chulas. La cama era tan cómoda que te hace querer quedarte un día más.

Una pega fue la demora en el agua caliente, peor nada que arruine el buen rollo de la estancia. A pesar de eso, el trato de Goreti y su equipo siempre fue de diez, y nos dejaron quedarnos hasta más tarde. ¡Un detalle que se agradece!

La ubicación es ideal, a solo 3 minutos del centro. Las habitaciones son amplias y están bien decoradas, lo que le da un toque acogedor.

Un gran inconveniente fue el estado de la cama, que mostraba los muelles, afectando la calidad del descanso. Además, durante el día, el ruido de las obras en el edificio adyacente dificultaba relajarse y disfrutar del ambiente del lugar. Las toallas eran ásperas y las almohadas un poco bajitas, lo que podría no ser del agrado de todos.